Este capítulo está parcialmente basado en una conferencia pronunciada
en el Simposio Psicología del Aprendizaje y Desarrollo Curricular. celebrado en
septiembre de 1986 en Oviedo y organizado por la Subdirección General de
Formación del Profesorado y la Dirección Provincial del Ministerio de Educación
y Ciencia.
Durante los años de hegemonía
conductista en la psicología, los estudios en el campo educativo se centraron,
principalmente, en áreas como la programación y evaluación, la dinámica de
grupos, la orientación y el desarrollo de la personalidad, quedando casi
completamente abandonado el estudio del aprendizaje en el aula. Detrás de esta
minusvaloración del estudio del aprendizaje escolar estaba una concepción
reduccionista por la que el aprendizaje humano podía ser adecuadamente
comprendido y explicado a partir de las leyes establecidas en el estudio del
aprendizaje animal o, en cualquier caso, mediante investigaciones realizadas
con tareas simples en el laboratorio. Este es el contexto en el que Ausubel
trata de desarrollar una teoría cognitiva del aprendizaje humano en el aula
partiendo, precisamente, de la crítica a la aplicación mecánica en la escuela
de los resultados encontrados en tareas no significativas y en el laboratorio.
Dos son, por tanto, las características más relevantes de la obra de Ausubel:
su carácter cognitivo, como queda puesto de manifiesto en la importancia que en
su concepción tiene el conocimiento y la integración de los nuevos contenidos
en las estructuras cognoscitivas previas del sujeto; y su carácter aplicado,
centrándose en los problemas y tipos de aprendizaje que se plantean en una
situación socialmente determinada como es el aula, en la que el lenguaje es el
sistema básico de comunicación y transmisión de conocimientos.
Con el progresivo auge de las
concepciones cognitivas en psicología, la teoría de la asimilación cognoscitiva
de Ausubel ha ido alcanzando un puesto relevante en el campo educativo, aunque
su importancia y consideración haya sido mayor, quizás, internacionalmente que
en los USA. Esta creciente valoración de la teoría de Ausubel, centrada en el
aprendizaje verbal significativo, no ha sido algo que se haya conseguido de una
manera fácil, ni inmediata; sino en constante confrontación con las
concepciones conductistas, que en el campo educativo han ofrecido una notable
resistencia, y con las concepciones teóricas que, con amplia tradición e
importante predicamento actual entre los docentes, ponen el acento en forma
casi exclusiva en el aprendizaje por descubrimiento. Estas últimas posiciones
teóricas reclaman para sí el calificativo exclusivo de progresista y de única
alternativa al conductismo, al mismo tiempo que han recibido el apoyo de
investigadores cognitivos de la importancia de Piaget y, sobre todo, de Bruner.
Durante este período la teoría del aprendizaje de Ausubel, formulada ya en los
años sesenta (Ausubel, 1963, 1968), ha sufrido algunos cambios, tendentes a
ampliar y completar su perspectiva, que han sido debidos a la colaboración de
Otros relevantes investigadores como Novak (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978;
Novak, 1977).
En este capítulo nos centraremos
en la teoría de la asimilación cognoscitiva de Ausubel analizando, con cierto
detalle, su naturaleza y características. Asimismo, analizaremos las
implicaciones de esta teoría en la educación, fijándonos especialmente en los
organizadores previos, y realizaremos una breve evaluación de la teoría desde
los presupuestos y resultados de la psicología cognitiva actual. Antes de nada,
en el próximo apartado, describiremos la clasificación de los aprendizajes
escolares que hace Ausubel.
1. Los tipos de aprendizaje: las dimensiones recepción-descubrimiento y
repetitivo-significativo
Al analizar los problemas
teóricos vinculados a la definición del aprendizaje y la naturaleza de éste,
Ausubel (1963, 1968) observa que buena parte de la confusión dominante al
respecto puede deberse al hecho de que, con frecuencia, los psicólogos han
intentado incluir en un sólo modelo explicativo clases de aprendizaje
cualitativamente diferentes. Ausubel propone que para clarificar este tema, en
lo que se refiere al aprendizaje escolar, se establezcan dos distinciones que
hacen referencia a dos tipos diferentes de procesos o dimensiones que dan lugar
a las cuatro clases fundamentales de aprendizaje que incorpora su teoría. La
primera de las distinciones es la que diferencia entre aprendizajes por
recepción y aprendizajes por descubrimiento. La segunda alude a los
aprendizajes significativos por oposición a los mecánicos o repetitivos.
Mediante estas dos dimensiones, consideradas como continuos y no como
compartimientos estancos, podemos caracterizar distintas actividades humanas en
las que se pone de manifiesto el aprendizaje.
En el aprendizaje por recepción
el alumno recibe los contenidos que debe aprender en su forma final, acabada;
no necesita realizar ningún descubrimiento más allá de la comprensión y
asimilación de los mismos de manera que sea capaz de reproducirlos cuando le
sea requerido. El aprendizaje por descubrimiento implica una tarea distinta
para el alumno; en este caso el contenido no se da en su forma acabada, sino
que debe ser descubierto por él. Este descubrimiento o reorganización del
material debe realizarse antes de poder asimilarlo; el alumno reordena el
material adaptándolo a su estructura cognoscitiva previa hasta descubrir las
relaciones, leyes o conceptos que posteriormente asimila. El aprendizaje
significativo se distingue por dos características, la primera es que su
contenido puede relacionarse de un modo sustantivo, no arbitrario o al pie de
la letra, con los conocimientos previos del alumno, y la segunda es que éste ha
de adoptar una actitud favorable para tal tarea, dotando de significado propio
a los contenidos que asimila. El aprendizaje repetitivo se produce cuando los
contenidos de la tarea son arbitrarios (pares asociados, números, etc.), cuando
el alumno carece de los conocimientos necesarios para que los contenidos
resulten significativos, o si adopta la actitud de asimilarlos al pie de la
letra y de modo arbitrario.
Ausubel pone el acento en los
aprendizajes significativos, poniendo su empeño en la eliminación del aula,
siempre que sea posible, de los aprendizajes repetitivos o memorísticos tan
característicos de la enseñanza más tradicional. Asimismo, Ausubel considera
evidente que la principal fuente de conocimientos proviene del aprendizaje
significativo por recepción. El aprendizaje por descubrimiento y, en general,
los métodos de descubrimiento tienen una importancia real en la escuela,
especialmente durante la etapa preescolar y los primeros años de escolaridad,
así como para establecer los primeros conceptos de una disciplina en todas las edades,
y para evaluar la comprensión alcanzada mediante el aprendizaje significativo.
Sin embargo, el cuerpo básico de conocimientos de cualquier disciplina
académica se adquiere mediante el aprendizaje por recepción significativo y es
merced a este tipo de aprendizaje, a través del lenguaje, como la humanidad ha
construido, almacenado y acumulado su conocimiento y cultura (Ausubel, Novak y
Hanesian, 1978). Desde esta perspectiva, la tarea del docente consiste en
programar, organizar y secuenciar los contenidos de forma que el alumno pueda
realizar un aprendizaje significativo, encajando los nuevos conocimientos en su
estructura cognoscitiva previa y evitando, por tanto, el aprendizaje
memorístico o repetitivo.
2. La teoría de la Asimilación Cognoscitiva de Ausubel.
Una vez establecidas las
diferencias entre los distintos tipos de aprendizaje humano en función de los
continuos recepción-descubrimiento y significativo-repetitivo, Ausubel se
propone desarrollar una teoría que explique el proceso de asimilación que se
produce en el aprendizaje significativo. Como ya hemos visto, para que el
aprendizaje significativo tenga lugar es necesario que los nuevos conocimientos
puedan ser relacionados de forma sustantiva y no arbitraria con lo que el
sujeto ya conoce y que éste adopte una actitud activa para establecer las
mencionadas relaciones. Tenemos, por tanto, que para que el aprendizaje
significativo tenga lugar, tienen que darse tres condiciones, una de ellas se
refiere a los nuevos conocimientos que se tratan de adquirir y las otras dos se
refieren al sujeto:
1) Los nuevos materiales que van
a ser aprendidos deben ser potencialmente significativos; es decir,
suficientemente sustantivos y no arbitrarios para poder ser relacionadas con
las ideas relevantes que posea el sujeto.
2) La estructura cognoscitiva
previa del sujeto debe poseer las necesarias ideas relevantes para que puedan
ser relacionadas con los nuevos conocimientos.
3) El sujeto debe manifestar una
disposición significativa hacia el aprendizaje, lo que plantea la exigencia de
una actitud activa y la importancia de los factores de atención y motivación.
En estas tres condiciones se pone
de manifiesto el rasgo central de la teoría de Ausubel: el hecho de que la
adquisición de nueva información que se da en el aprendizaje significativo es
un proceso que depende en forma principal de las ideas relevantes que ya posee
el sujeto, y se produce a través de la interacción entre la nueva información y
tas ideas relevantes ya existentes en la estructura cognoscitiva. Además, el
resultado de la interacción que tiene lugar entre el nuevo material que va a
ser aprendido y la estructura cognoscitiva existente es una asimilación entre
los viejos y nuevos significados para formar una estructura cognoscitiva más
altamente diferenciada (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978, pp. 67-68).
Este proceso de asimilación
cognoscitiva característico del aprendizaje significativo puede realizarse de
tres formas diferentes, mediante la subsunción o aprendizaje subordinado,
mediante el aprendizaje supraordenado y el combinatorio. Ausubel postula, tal y
como lo hace la psicología cognitiva actual, que la estructura cognoscitiva
humana está organizada en forma jerárquica respecto al nivel de abstracción,
generalidad e inclusividad de las ideas o conceptos. De esta manera, el
aprendizaje subordinado o subsunción se produce cuando las nuevas ideas son
relacionadas subordinadamente con ideas relevantes de mayor nivel de
abstracción, generalidad, e inclusividad. Estas ideas o conceptos previos de
superior nivel son llamadas inclusores y sirven como anclaje para las nuevas
ideas o conceptos. Existen dos tipos de aprendizaje subordinado o subsunción:
subsunción derivativa y subsunción correlativa. La subsunción derivativa se
produce cuando los nuevos conceptos tienen un carácter de ejemplo o ilustración
de los conceptos ya existentes o inclusores; es decir, pueden ser derivados de
forma relativamente fácil a partir de los inclusores ya existentes. No
obstante, el tipo de aprendizaje subordinado más frecuente se da cuando los
nuevos conocimientos son una extensión, elaboración, modificación o
cualificación de los conocimientos que ya posee el sujeto. Esta subordinación
correlativa implica que los nuevos conocimientos no pueden ser derivados de los
conocimientos supraordenados ya existentes o inclusores.
Además del aprendizaje
subordinado o subsunción, que es la principal forma de aprendizaje
significativo, Ausubel postula la existencia del aprendizaje supraordenado y el
combinatorio. En el aprendizaje supraordenado los conceptos o ideas relevantes
existentes en la estructura cognoscitiva del sujeto son de menor nivel de
generalidad, abstracción e inclusividad que los nuevos conceptos a aprender.
Este tipo de aprendizaje se da cuando el sujeto íntegra conceptos ya aprendidos
anteriormente dentro de un nuevo concepto integrador más amplio e inclusivo. El
aprendizaje combinatorio, por su parte, está caracterizado por el hecho de que
los nuevos conceptos no pueden relacionarse, ya sea de forma subordinada o
supraordenada, con ideas relevantes específicas en la estructura cognoscitiva
del sujeto. Por el contrario, estos nuevos conceptos pueden ser relacionados de
una forma general con la estructura cognoscitiva ya existente, lo cual hace que
sea más difícil aprenderlos y recordarlos que en el caso del aprendizaje
subordinado o supraordenado. La teoría de la asimilación de Ausubel sostiene
que la interacción entre los nuevos conceptos y los ya existentes se realiza
siempre de forma transformadora y que el producto final supone una modificación
tanto de las nuevas ideas aprendidas, como de los conocimientos ya existentes.
Durante el curso del aprendizaje
significativo tienen lugar dos procesos relacionados de gran importancia
educativa: la diferenciación progresiva y la reconciliación integradora. A
medida que el aprendizaje significativo tiene lugar, los conceptos inclusores
se modifican y desarrollan, haciéndose cada vez más diferenciados. Este proceso
de diferenciación progresiva produce una estructura cognoscitiva organizada
jerárquicamente en la dirección arriba-abajo, con el consiguiente refinamiento
conceptual, y un fortalecimiento de las posibilidades de aprendizaje
significativo al aumentar la densidad de ideas relevantes en las que se pueden
anclar los nuevos conceptos. Es este proceso de diferenciación progresiva el
que explica la superioridad del aprendizaje subsuntivo respecto al
supraordenado y aconseja la presentación, en el desarrollo de una lección o una
materia de un curso, de las ideas más generales e inclusivas al principio de la
misma. Asimismo explica, como veremos, la utilización de los organizadores
previos. Por su parte, el proceso de reconciliación integradora se refiere a
que, en el curso del aprendizaje significativo supraordenado o combinatorio, las
modificaciones producidas en la estructura cognoscitiva permiten el
establecimiento de nuevas relaciones entre conceptos, evitando la
compartimentalización excesiva a la que los programas nos tiene tan
acostumbrados.
Como hemos visto, la teoría de la
asimilación de Ausubel sostiene que el aprendizaje significativo se produce al
relacionar, al encajar las nuevas ideas con las ya existentes en la estructura
cognoscitiva del sujeto. Este proceso de asimilación que explica el aprendizaje
explica también el olvido, al considerar que éste se produce en el momento en
que las nuevas ideas o conceptos no pueden ser disociados de las ideas o
conceptos que les han servido de anclaje. Según este tipo de asimilación,
llamada obliterativa, las nuevas ideas tienden a ser reducidas a los más
estables significados de las ideas ya establecidas, haciéndose espontánea y
progresivamente menos disociables de sus ideas-ancla, hasta llegar el momento
en que se confunden con ellas y se dice, entonces, que se ha producido el
olvido.
Este proceso de olvido en el
aprendizaje significativo, mediante asimilación obliterativa, pone de
manifiesto una vez más las diferencias cualitativas entre el aprendizaje
significativo y el repetitivo. Como hemos visto, la superioridad del
aprendizaje significativo reside en el establecimiento de conexiones
significativas entre los nuevos conocimientos y los ya existentes, prestándoles
estos últimos su estabilidad; mientras que en el aprendizaje repetitivo las
conexiones son arbitrarias y meramente asociativas, estando más sujetas a los
efectos de la interferencia. Además, después que la asimilación obliterativa,
es decir el olvido, ha ocurrido, los conceptos que han servicio de anclaje para
el aprendizaje significativo han adquirido una mayor diferenciación y un mayor
poder para establecer relaciones significativas con nuevos materiales. Por el
contrario, en el aprendizaje repetitivo después del olvido no se produce la
misma intensificación de las posibilidades de nuevos aprendizajes (Ausubel,
Novak y Hanesian, 1978, pp. 138 y 144).
La teoría de la asimilación de
conocimientos de Ausubel es una concepción relativamente sistemática y completa
de los aspectos psicológicos que subyacen a la asimilación de conocimientos en
el aula. Quizás su principal valor consiste en su carácter aplicado ya que,
como veremos en el próximo apartado, conecta directamente con los problemas que
se le plantean al docente en su práctica cotidiana.
3. El aprendizaje verbal significativo en el aula: las exposiciones y
los organizadores previos
La teoría de Ausubel supone una
contundente defensa del aprendizaje significativo por recepcion y, por tanto,
de los métodos de exposición, tanto oral como escrita. Ahora bien, eso no
quiere decir que Ausubel considere que estos métodos estén libres de peligros;
por el contrario, considera que tradicionalmente los métodos de exposición han
sido mal utilizados. Entre los errores más comunes cometidos por los docentes
en la utilización del aprendizaje por recepción están:
1) El uso prematuro de técnicas
puramente verbales con alumnos cognitivamente inmaduros.
2) La presentación arbitraria de
hechos no relacionados, sin ninguna organización o principios explicatorios.
3) El fracaso en la integración
de los nuevos conocimientos con los materiales presentados previamente.
4) El uso de procedimientos de
evaluación que únicamente miden la habilidad de los alumnos para reproducir las
ideas, con las mismas palabras o en idéntico contexto a aquél en que fueron
aprendidas.
Todas estas prácticas docentes
fomentan en el alumno la utilización de un aprendizaje repetitivo y no
significativo. Por el contrario, Ausubel y sus colaboradores (Ausubel, Novak y
Hanesian, 1978, pp. 123-124) sostienen que el docente debe fomentar en el
alumno el desarrollo de formas activas de aprendizaje por recepción,
promoviendo una comprensión precisa e integrada de los nuevos conocimientos.
Para ello proponen:
1) La presentación de las ideas
básicas unificadoras de una disciplina antes de la presentación de los
conceptos más periféricos.
2) La observación y cumplimiento
de las limitaciones generales sobre el desarrollo cognitivo de los sujetos.
3) La utilización de definiciones
claras o precisas y la explicitación de las similitudes y diferencias entre
conceptos relacionados.
4) La exigencia a los alumnos,
como criterio de comprensión adecuada, de la reformulación de los nuevos
conocimientos en sus propias palabras.
Estas recomendaciones para los
docentes tienen como propósito asegurar una correcta comprensión de los nuevos
contenidos por parte del alumno, es decir, en términos ausubelianos lograr una
adecuada integración de los nuevos conocimientos en la estructura cognoscitiva
previa del sujeto. La idea clave es proporcionar o indicar al alumno cuáles son
los conceptos de mayor nivel de generalidad, los inclusores, que deben ser
activados para lograrlo. Esta es, precisamente, la función de una técnica que
se ha convertido en la más conocida de las aplicaciones educativas de la teoría
de Ausubel, y a la que vamos a dedicar el resto de este apartado: los
organizadores previos.
Según Ausubel (1978; Ausubel,
Novak y Hanesian, 1978), los organizadores previos son un material
introductorio de mayor nivel de abstracción, generalidad e inclusividad que el
nuevo material que se va a aprender. Se diferencian, por tanto, de los
resúmenes o sumarios que son los conceptos de nivel más alto o macroestructura
de los propios contenidos en los que se ha omitido la información de detalle,
pero no son conceptos de mayor nivel que el nuevo material, como sucede en el
caso de los organizadores previos. Mediante la presentación de un organizador
previo antes de una lección o un texto, se trata de proporcionar un puente
entre lo que el sujeto ya conoce y lo que necesita conocer para asimilar
significativamente los nuevos conocimientos. La función del organizador previo
es proporcionar andamiaje ideacional para la retención e incorporación estable
del material más detallado y diferenciado que se va a aprender. Dado que su
función es servir de anclaje para los nuevos conocimientos es singularmente
importante que estén expresados en forma lo más familiar y sencilla, siendo
fácilmente comprensibles por el alumno.
Los organizadores pueden ser de
dos tipos, según el conocimiento que tenga el alumno de la materia a aprender:
1) Organizador expositivo. Se
emplea en aquellos casos en que el alumno tiene muy pocos o ningún conocimiento
sobre la materia. Su función es proporcionar los inclusores necesarios para
integrar la nueva información, procurando que éstos pongan en relación las
ideas existentes con el nuevo material, más específico.
2) Organizador comparativo. En
este caso el alumno está relativamente familiarizado con el tema a tratar o, al
menos, éste puede ponerse en relación con ideas ya adquiridas; en tales circunstancias,
la función del organizador previo es proporcionar el soporte conceptual y
facilitar la discriminabilidad entre las ideas nuevas y las ya aprendidas,
señalando similitudes y diferencias.
Una de las críticas mas usuales a
los organizadores previos es la falta de precisión y operacionalízación en la
definición de los mismos (Barnes y Clawson, 1975; García Madruga y Martin
Cordero, 1987). Esta crítica, no sin cierta base, ha sido contestada por el
propio Ausubel (1978) quien sostiene que el mayor grado de especificidad que
puede lograrse en la definición de los OP. consiste en describirlos en términos
generales y proporcionar un ejemplo adecuado. Esto se debe a la propia
naturaleza de los O P dependientes siempre de las características del material,
la edad del alumno y su nivel de familiaridad con la información que se le
presenta. Partiendo de esta idea y con las limitaciones que plantea, en el
Anexo presentamos un organizador previo, así como ejemplos de las principales
formas y procesos del aprendizaje significativo en una lección de historia
sobre El Antiguo Régimen (Fernández Corte, 1987).
La otra crítica fundamental a los
OP. pone en cuestión la eficacia de los mismos en el aprendizaje y la retención
a partir de investigaciones realizadas con textos. Así, Barnes y Clawson (1975)
en su revisión de los estudios realizados concluyen que los O P. no parecen ser
una técnica que facilite el aprendizaje. No parece, no obstante, que esta
crítica sea correcta ya que como el propio Ausubel (1978) ha sostenido, la
mayor parte de estos estudios presentan serias limitaciones metodológicas,
entre las que cabría destacar el hecho de que en las pruebas de postest se
utilizaran tareas de reconocimiento o de recuerdo libre y no tareas de solución
de problemas que son el tipo óptimo de tareas para comprobar la eficacia del
aprendizaje significativo.
Asimismo, los estudios más
recientes de Mayer y otros autores (Dinnel y Glover, 1985; Mayer, 1979, 1983;
Mayer y Bromage, 1980) parecen mostrar que la utilización de organizadores
previos a un texto produce, en determinadas circunstancias que analizaremos,
una mejora en los resultados del aprendizaje. Según Mayer (1979) los resultados
del aprendizaje dependerían de tres factores: recepción, disponibilidad y
activación. La recepción se refiere a si la información proveniente del medio
es correctamente recibida o no, la disponibilidad a la existencia o no de
conocimientos-anda en la estructura cognoscitiva previa del sujetos y la
activación a si este conocimiento es adecuadamente activado para lograr la
integración de los nuevos conocimientos. La eficacia de los OP se debería a su
influencia en la disponibilidad y en la activación, proporcionando y activando
los conocimientos-anda necesarios para la consecución de una asimilación
significativa. Mayer (1979) ha señalado tres situaciones en las que los OP, no
resultan útiles, al no facilitar la disponibilidad de un contexto asimilativo
en la memoria o el uso activo de tal conocimiento durante el aprendizaje:
— Cuando el nuevo material a
aprender contiene en sí mismo los conocimientos pre-requisito, presentados
sccuencialmente en forma apropiada y tiende a facilitar el aprendizaje activo
por parte del alumno.
— Cuando el organizador no sirve
adecuadamente para proporcionar el contexto asimilativo, ni fomenta una activa
integración de la nueva información.
— Cuando el alumno posee ya un
conocimiento profundo de la información que va a aprender y si tiene el hábito
de utilizar estrategias adecuadas para integrar activamente los nuevos
conocimientos con los ya existentes.
Como vemos, la teoría de la
codificación asimiladora de Mayer restringe el campo de aplicación de los OP.
y, al mismo tiempo, proporciona un apoyo a la teoría ausubeliana del
aprendizaje significativo al traducirla al lenguaje de la psicología cognitiva
actual y, en particular, al de los modelos de la memoria.
4. A modo de conclusión: la teoría de Ausubel y la psicología cognitiva
actual
La teoría del aprendizaje
significativo de Ausubel que, con algún detalle, hemos expuesto en los
anteriores apartados, ha encontrado recientemente un importante apoyo en la
psicología de la comprensión y memoria del discurso. En este campo se ha ido
configurando, paulatinamente, una concepción teórica que sostiene que en la
comprensión del discurso se ponen de manifiesto un conjunto de procesos
psicológicos que actúan coordinadamente y que tienen como resultado la
construcción de una representación mental que incluye el contenido semántico,
así como un modelo referencial o situacional del texto o discurso (van Dijk y
Kintsch, 1983; García Madruga y Martín Cordero, 1987; Johnson-Laird, 1983; Just
y Carpenter, 1987). Como muchos autores sostienen y la teoría del esquema ha
mostrado (p. ej., Rumelhart, 1980), la construcción de esta representación
mental es fruto de la interacción entre el texto y los diferentes tipos de
conocimientos que aporta el sujeto y que son necesarios para lograr una
representación coherente e integrada del mismo. La importancia de la estructura
del texto se pone de manifiesto en el llamado efecto de los niveles, por el que
las ideas más importantes, las proposiciones de nivel más alto, serán más
probablemente recordadas, pasando más fácilmente a formar parte de la
macroestructura del texto (Kinlsch, 1974; Kintsch y van Dijk, 1978; Meyer,
1975). Por su parte, los conocimientos del sujeto están almacenados en
estructuras conceptuales, organizadas jerárquicamente, que llamamos esquemas y
que, una vez activados por la entrada sensorial, buscan el ajuste a los datos
que están siendo procesados. Este proceso de comprensión, por tanto, se realiza
en una doble dirección: de abajo a arriba, es decir, a partir de los datos se
activan determinados esquemas; y de arriba a abajo, es decir, los esquemas
actúan como hipótesis que deberán ser comprobadas con los datos. La importancia
del procesamiento arriba-abajo queda puesta de manifiesto en la eficacia que la
presentación previa del título tiene en la comprensión de un texto ambiguo (p.
ej., Bransford y McCarrel, 1975), al activar el esquema de nivel superior
adecuado, el inclusor podríamos decir siguiendo a Ausubel, y permitir el
comienzo del procesamiento arriba-abajo.
El proceso de comprensión del
discurso se produce, por tanto, a partir de los conocimientos previos que el
sujeto posee y, dada la organización jerárquica de las estructuras cognitivas,
las ideas y conceptos de nivel más alto tienen una gran Importancia en la
codificación de los nuevos conocimientos y su posterior recuerdo. Estas dos
características generales de la comprensión del lenguaje coinciden con los dos
rasgos principales de la concepción ausubeliana del aprendizaje verbal
significativo lo que, al fin y al cabo, no debe sorprendernos demasiado, ya que
el aprendizaje significativo se realiza a partir de la comprensión lingüística.
De estas dos características se extrae la secuencia en la organización de los
contenidos, propuesta por Ausubel, que consiste en diferenciar progresivamente
los contenidos, yendo de lo más general e inclusivo a lo más detallado y específico,
estableciendo al mismo tiempo relaciones entre contenidos del mismo nivel para
facilitar la reconciliación integradora.
Esta secuencia coincide
parcialmente con la organización del curriculum propuesta recientemente por
algunos psicólogos educativos como Reigeluth (1983), quien sostiene una
secuencia de elaboración que actuaría a la manera de un zoom fotográfico,
mediante el cual es posible pasar de una imagen global de una escena a los
detalles de la misma
Ahora bien, a pesar del
importante apoyo que las investigaciones sobre comprensión y memoria del
discurso han supuesto para la teoría de la asimilación de Ausubel, ésta plantea
algunas limitaciones que es necesario mencionar. En primer lugar, como algunos
autores sostienen (p. ej., Reigeluth y Curtis, 1988), el aprendizaje verbal
significativo está ligado a la adquisición de conocimientos de tipo
declarativo, conceptual, mientras que la adquisición de conocimientos de tipo
procedimental exigiría una concepción teórica diferente. En segundo lugar, quizás
la teoría de Ausubel insiste demasiado en la necesidad de utilizar materiales
introductorios de rnayor nivel de abstracción, generalidad e inclusividad que
los nuevos conocimientos. A veces, puede resultar más fácil y eficaz activar
los conocimientos previos mediante sumarios o esquemas de los contenidos que se
van a presentar (García Madruga y Martín Cordero, 1987). Por último, la
utilización de los OP plantea algunas dificultades provenientes del hecho de
que para su correcta elaboración es necesario conocer la estructura
cognoscitiva previa de los sujetos, lo cual no es ni fácil ni sencillo. En
cualquier caso, siguiendo a Ausubel y a la psicología cognitiva actual, la
tarea del docente debe consistir en programar las actividades y situaciones de
aprendizaje adecuadas que permitan conectar activamente la estructura
conceptual de una disciplina con la estructura cognoscitiva previa del alumno.
- GARCÍA MADRUGA, JUAN ANTONIO
(1992). Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción: la
teoría del aprendizaje verbal significativo. En COLL, C.; PALACIOS, J. y
MARCHESI, A. (Eds.), Desarrollo
psicológico y educación. Vol.II (pp. 81-92). Madrid: Alianza Psicología.
EXAMEN SOBRE EL ARTÍCULO DE JUAN ANTONIO MADRUGA
1.
¿Cuáles son las condiciones para tenga lugar el aprendizaje significativo?
2.
¿Cuáles son los errores más frecuentes que cometemos los docentes al utilizar
el aprendizaje por recepción?
3.
¿Qué son los organizadores previos?
4.
¿Por qué es importante el procesamiento arriba-abajo?
5.
Desarrolla algún ejemplo de organizador previo.
6.
Cruzando las dos dimensiones de los tipos de aprendizaje de la teoría de
Ausubel obtenemos cuatro subtipos:
aprendizaje por recepción repetitivo
aprendizaje por recepción significativo
aprendizaje por descubrimiento repetitivo
aprendizaje por descubrimiento significativo
¿Puedes
poner un par de ejemplos de aprendizajes significativos que hayamos visto en
clase de Didáctica General?
7.
¿Qué limitaciones tienen las definiciones de aprendizaje por recepción y por
descubrimiento de su teoría?
8.
¿Qué entiende por asimilación obliterativa?
9.
¿En qué radica el parecido de su teoría con la de Reigeluth a la hora de
organizar el currículo?
10.
¿Qué tipo de conocimiento se explica mejor con la teoría de Ausubel, el
declarativo o el procedimental? Explica el porqué.
Buenas a tod@s, soy Iyán; me incorporado nuevo al grupo A y por ese motivo no he podido realizar el exámen de Ausubel.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
Hola, soy Melquiades Lozano López. estas serían mis preguntas propuestas con respecto a la lectura "La teoría del aprendizaje verbal significativo de David Ausubel"
ResponderEliminar1-Cita dos condiciones que se tienen que dar para tenga lugar el aprendidaje significativo
2-Cita dos formas diferentes de asimilación cognoscitiva del aprendizaje significativo
3-¿Qué dos tipos de aprendizaje subordinado existen?
4-¿Qué sostiene la teoría de asimilación de Ausubel, en cuanto a la interacción entre los nuevos conceptos y los ya existentes?
5-¿Qué dos procesos tienen lugar durante el aprendizaje significativo, de gran importancia educativa?
6-¿Qué función tienen los organizadores previos en los conocimientos nuevos a adquirir por el alumno?
7-Enumera y explica las críticas que se hacen a los Organizadores Previos
8-Explica los tres factores de los que dependen los resultados del aprendizaje utilizando Organizadores Previos, según Ausubel
9-Según Mayer, ¿qué tres situaciones se dan en las que los Organizadores Previos no resultan de utilidad?
10-¿Qué secuencia en la organización de contenidos propone Ausubel?